Todos los años, el 31 de diciembre, el rey de un país muy lejano libera a un condenado que supere una prueba lógica. Para este año, el preso elegido deberá enfrentarse a dos puertas, una la de la libertad y la otra la de la esclavitud. Cada una de ellas está custodiada por un guardián, uno que siempre dice la verdad y otro que siempre miente. El preso tiene derecho a hacer una pregunta, y sólo una, a uno de los guardianes (por supuesto el prisionero no sabe cuál es el que dice la verdad y cuál es el que miente). ¿Qué pregunta debe hacer el prisionero para asegurarse la libertad?
Respuesta: ¿Qué me contestaría tu compañero si le preguntase cuál es la puerta de la libertad? Debería elegir la puerta contraria a la que le señalase el guardián
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