Raíces cuadradas, quebrados, ecuaciones: ¿se puede con semejantes proposiciones atraer el interés de la gente? En Alemania lo van a intentar. El 2008 es el año de las matemáticas y su lema “Todo lo que Cuenta”.
Precisamente las raíces cuadradas, los quebrados y las ecuaciones son muchas veces el problema. En las clases de matemáticas sobran los números y las fórmulas y falta la práctica. “Es como si en clase de francés se aprendiese gramática y vocabulario, pero nunca se hiciera imaginar a los chicos cómo sería un viaje a París”, dice Ehrhard Behrends, profesor de matemáticas en Berlín.
Dos más dos son cuatro y quien no domine la suma, la resta y la división se perderá en el supermercado, no sabrá cuántas monedas le tiene que devolver el conductor del autobús y será presa fácil del engaño. Así fue como nos enseñaron que las matemáticas eran importantes. Pero hay mucho más, advierten los científicos. Incluso el MP3 sigue los dictámenes de la reina de los números, y eso sí que fascina.
Matemáticas para todos los días
En 2000, el Gobierno alemán instauró la idea de dedicar cada año a una ciencia. Desde entonces, se ha conmemorado a varias de ellas. En 2007, por ejemplo, recibieron su reconocimiento las humanidades. Esta vez, el Ejecutivo se atreve con el “idioma común a todas las ciencias naturales”, como ha definido a las matemáticas Annette Schavan, la ministra alemana de Investigación, en la inauguración de estos nuevos 12 meses al servicio del conocimiento.
Como reza el lema de este 2008, en “todas las cosas que cuentan”, o en muchas de ellas por lo menos, las matemáticas juegan un papel fundamental. Eso es lo que el ministerio de Schavan y la Iniciativa Ciencia en el Diálogo intentarán transmitir, sobre todo a los jóvenes, durante este tiempo. Ya sea en la arquitectura, en el control del tráfico, en el recuento de papeletas electorales, en los pronósticos del tiempo, en la medicina o en los amados teléfonos móviles, MP3, ordenadores e Internet: por todo mueven sus hilos las matemáticas.
El objetivo es que de la “asignatura odiada” nazca el interés por aquello que las matemáticas hacen posible. Para conseguirlo, ocho millones de euros están a disposición de festivales, eventos, concursos, un “barco exposición” que recorrerá 30 ciudades alemanas y un “Verano Científico” en Leipzig, en el oeste del país, que se celebrará entre el 28 de junio y el cuatro de julio.
Alemania necesita matemáticos
Escasas 17.000 personas decidieron en 2006 inscribirse en alguna de las facultades de matemáticas de Alemania. De ellos, dicen las estadísticas que un 60% abandona los estudios antes de tiempo o se cambia de carrera. Según los análisis PISA, los resultados de los exámenes matemáticos de los colegiales alemanes no están por debajo de la media, pero tampoco la superan.
“Una escasez de matemáticos supondría un verdadero problema para el 'High-Tech' alemán”, advierte Günter Ziegler, otro profesor de matemáticas berlinés. Dicen los expertos que los chicos alemanes salen del colegio con conocimientos matemáticos insuficientes, lo que explica el alto índice de fracaso en éste y otros estudios científicos.
Alemania necesita a matemáticos para seguir manteniéndose fuerte como lugar de producción: lo que aquí se fabrica, y del made in Germany se demanda, es tecnología punta. Así, también la canciller, Angela Merkel, se ha querido sumar a la apertura del “Año de las Matemáticas” y le ha dado la bienvenida en el mensaje de vídeo que emite semanalmente. “Las matemáticas sirven para construir puentes”, ha dicho Merkel.
Precisamente las raíces cuadradas, los quebrados y las ecuaciones son muchas veces el problema. En las clases de matemáticas sobran los números y las fórmulas y falta la práctica. “Es como si en clase de francés se aprendiese gramática y vocabulario, pero nunca se hiciera imaginar a los chicos cómo sería un viaje a París”, dice Ehrhard Behrends, profesor de matemáticas en Berlín.
Dos más dos son cuatro y quien no domine la suma, la resta y la división se perderá en el supermercado, no sabrá cuántas monedas le tiene que devolver el conductor del autobús y será presa fácil del engaño. Así fue como nos enseñaron que las matemáticas eran importantes. Pero hay mucho más, advierten los científicos. Incluso el MP3 sigue los dictámenes de la reina de los números, y eso sí que fascina.
Matemáticas para todos los días
En 2000, el Gobierno alemán instauró la idea de dedicar cada año a una ciencia. Desde entonces, se ha conmemorado a varias de ellas. En 2007, por ejemplo, recibieron su reconocimiento las humanidades. Esta vez, el Ejecutivo se atreve con el “idioma común a todas las ciencias naturales”, como ha definido a las matemáticas Annette Schavan, la ministra alemana de Investigación, en la inauguración de estos nuevos 12 meses al servicio del conocimiento.
Como reza el lema de este 2008, en “todas las cosas que cuentan”, o en muchas de ellas por lo menos, las matemáticas juegan un papel fundamental. Eso es lo que el ministerio de Schavan y la Iniciativa Ciencia en el Diálogo intentarán transmitir, sobre todo a los jóvenes, durante este tiempo. Ya sea en la arquitectura, en el control del tráfico, en el recuento de papeletas electorales, en los pronósticos del tiempo, en la medicina o en los amados teléfonos móviles, MP3, ordenadores e Internet: por todo mueven sus hilos las matemáticas.
El objetivo es que de la “asignatura odiada” nazca el interés por aquello que las matemáticas hacen posible. Para conseguirlo, ocho millones de euros están a disposición de festivales, eventos, concursos, un “barco exposición” que recorrerá 30 ciudades alemanas y un “Verano Científico” en Leipzig, en el oeste del país, que se celebrará entre el 28 de junio y el cuatro de julio.
Alemania necesita matemáticos
Escasas 17.000 personas decidieron en 2006 inscribirse en alguna de las facultades de matemáticas de Alemania. De ellos, dicen las estadísticas que un 60% abandona los estudios antes de tiempo o se cambia de carrera. Según los análisis PISA, los resultados de los exámenes matemáticos de los colegiales alemanes no están por debajo de la media, pero tampoco la superan.
“Una escasez de matemáticos supondría un verdadero problema para el 'High-Tech' alemán”, advierte Günter Ziegler, otro profesor de matemáticas berlinés. Dicen los expertos que los chicos alemanes salen del colegio con conocimientos matemáticos insuficientes, lo que explica el alto índice de fracaso en éste y otros estudios científicos.
Alemania necesita a matemáticos para seguir manteniéndose fuerte como lugar de producción: lo que aquí se fabrica, y del made in Germany se demanda, es tecnología punta. Así, también la canciller, Angela Merkel, se ha querido sumar a la apertura del “Año de las Matemáticas” y le ha dado la bienvenida en el mensaje de vídeo que emite semanalmente. “Las matemáticas sirven para construir puentes”, ha dicho Merkel.
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