Fuente: "El Paraíso en la otra esquina" de Mario Vargas Llosa (Editorial Alfaguara)
Localización: Página 88 en el capítulo "V. La sombra de Charles Fourier"
Esta famosa novela, relata de forma paralela las vidas de Flora Tristán, mujer defensora de los derechos de la mujer y de los obreros, y la de su nieto, el pintor Paul Gauguin, que descubre la pintura y abandona la vida burguesa para viajar a Tahití.
Refiriéndose a los presentes en una reunión de la logia masónica "La Perfecta Igualdad" en la que interviene Flora Tristán, se dice... "Más grave que el número de oyentes era su composición social. Desde el proscenio, decorado con un jarroncito de flores y una pared llena de símbolos masónicos, mientras monsieur Lagrange la presentaba Flora descubrió que tres cuartas partes de los asistentes eran patrones y sólo un tercio obreros."
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Es evidente que en esa reunión no cabía ni un alfiler. O en todo caso, debería explicarnos el autor, que había obreros que eran patrones o patrones que eran obreros, supuesto de difícil explicación en el mundo revolucionario de la época.
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